viernes, 4 de julio de 2008

El valor de la libertad


El miércoles 2 de Julio del año 2008, se produjo la liberación de Ingrid Betancourt y de otros 14 secuestrados de manos de las FARC en Colombia. Sin duda alguna, se trata de una de esas noticias que dejan huella.



A título personal puedo decir que me impresionaron las palabras y los relatos que la propia Ingrid Betancourt hizo en el aeropuerto, tras reencontrarse con sus hijos después de 6 años y nueve meses de haber sido capturada. Junto con agradecer a Dios por este milagro, extiende su mirada y nos arenga a todos a luchar por la libertad de tantos otros que aún están secuestrados en su país y en el resto del mundo.

Quien estuvo tanto tiempo cautiva, afirma valorar tanto la libertad y aborrecer tanto la esclavitud, que una vez libre saca fuerzas de flaquezas para procurar que otros también puedan ser libres.

Algunas veces a nosotros los cristianos se nos pregunta por qué nos empeñamos tanto en predicar a otros. Me parece que en lo que acabamos de ver en Colombia tenemos una respuesta: es que no queremos ser más esclavos del pecado y anhelamos que muchos más puedan ser libres.

Como dijo Jesús: “Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres” (Juan 8:31-32)

Si quieres profundizar más acerca del tema, te invito a participar del ciclo de charlas sobre LA LIBERTAD EN CRISTO, en nuestras reuniones de domingo (11:00 AM) en nuestro local de Juan Martínez 1937, Iquique.

Cordialmente,
Pastor Santiago Castro Leguizamón.
Acym Cavancha.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A veces, las personas no comprenden esas frases emblemáticas como esclavos del pecado, la interpretan con una connotación casi de "vivir en burdeles" o cosas así... ser esclavos del pecado lo es por ejemplo, vivir llenos de orgullo y autosuficiencia, ser incapaces de amar, vivir presos de los temores, aquello que no nos permite crecer, ni desarrollarnos en plenitud. En ese sentido, creo que la compañera Ingrid palpó cada día de su cautiverio, la misericordia de Dios, el perdón, la protección y el rescate en el momento oportuno. El rescate de los que viven su propio cautiverio, de ideologías, de falta de tolerancia, de rencores, odios... mi ruego es que el Padre me ayude cada día a liberarme de mis propios cautiverios... Estoy feliz por sus palabras, también creo en los milagros... espero por el mío! Loly