martes, 21 de abril de 2009

Proyecto Felipe




El lunes 20 de Abril, 11 miembros de nuestra congregación fuimos a la iglesia Eben-Ezer, y participamos del primer taller del Proyecto Felipe, que la LIGA BÍBLICA está ofreciendo a las iglesias de la región.

Recibimos bastante material para trabajar y nos llenamos de visión para compartir las buenas nuevas de salvación en Cristo con quienes están buscando a Dios, tal como ocurrió con el funcionario etíope, con quien se relacionó Felipe el evangelista, según leemos en la Biblia, concretamente en Hechos capítulo 8.

Felipe y el etíope
26 Un ángel del Señor le dijo a Felipe: «Ponte en marcha hacia el sur, por el camino del desierto que baja de Jerusalén a Gaza.»27 Felipe emprendió el viaje, y resulta que se encontró con un etíope *eunuco, alto funcionario encargado de todo el tesoro de la Candace, reina de los etíopes. Éste había ido a Jerusalén para adorar28 y, en el viaje de regreso a su país, iba sentado en su carro, leyendo el libro del profeta Isaías.29 El Espíritu le dijo a Felipe: «Acércate y júntate a ese carro.»
30 Felipe se acercó de prisa al carro y, al oír que el hombre leía al profeta Isaías, le preguntó:
—¿Acaso entiende usted lo que está leyendo?
31 —¿Y cómo voy a entenderlo —contestó— si nadie me lo explica?

Así que invitó a Felipe a subir y sentarse con él.32 El pasaje de la Escritura que estaba leyendo era el siguiente:
«Como oveja, fue llevado al matadero;
y como cordero que enmudece ante su trasquilador,
ni siquiera abrió su boca.
33 Lo humillaron y no le hicieron justicia.
¿Quién describirá su descendencia?
Porque su vida fue arrancada de la tierra.»[a]
34 —Dígame usted, por favor, ¿de quién habla aquí el profeta, de sí mismo o de algún otro? —le preguntó el eunuco a Felipe.
35 Entonces Felipe, comenzando con ese mismo pasaje de la Escritura, le anunció las buenas *nuevas acerca de Jesús.36 Mientras iban por el camino, llegaron a un lugar donde había agua, y dijo el eunuco:

—Mire usted, aquí hay agua. ¿impide que yo sea bautizado?[b]
38 Entonces mandó parar el carro, y ambos bajaron al agua, y Felipe lo bautizó.39 Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor se llevó de repente a Felipe. El eunuco no volvió a verlo, pero siguió alegre su camino.40 En cuanto a Felipe, apareció en Azoto, y se fue predicando el *evangelio en todos los pueblos hasta que llegó a Cesarea.


Agradecemos a Rubén Sepúlveda y a Víctor Núñez por recibirnos y por capacitarnos. Dios les bendiga y les guíe a nuevos pasos.

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